Mágica noche la que nos regaló la Cofradía del Jueves Santo, con numerosa asistencia de fieles y con un discurrir acorde a lo que nos tienen acostumbrados. Aunque fría por temprana primavera, muchos fieles esperaron a la salida al Señor de Bornos, al Nazareno, a su Madre María Santísima de los Dolores, en definitiva a la gran devoción de los bornichos.
Cada vez se asienta más y se consolida la cuadrilla del Señor, que anda segura y le puede al Paso de Jesús, con chicotás sentias, sin florituras, y con levantás por igual, sin temerle a cuestas ni llanos, al ritmo que Juanma les marca. Lejos queda el entumecimiento inical que mostraron en años anteriores. Ahora marchan por derecho, con sentimiento y poderío, como formando entre todos el Cirineo del Nazareno.
El Palio de María Santísima de los Dolores también estuvo a la altura, con un equipo de capataces sobrados en oficio y sensibilidad con la Madre de Dios y una cuadrilla que gana cada año. Sabemos la dificultad que conlleva cargar un Palio de las características del de los Dolores, pero ellos se crecen ante la dificultad y cumplen sobradamente su objetivo que no es otro que pasear a María Santísima de los Dolores por las calles de Bornos.
Estuvimos atentos a los detalles y al acontecer de la madrugá bornense y nos salió este pequeño reportaje fotográfico que esperamos guste a nuestros visitantes.
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