No es causalidad que nos sorprendamos en cada cambio de vestiduras con la Santísima Virgen del Rosario. Su vestidor, al tiempo que responsable de su Cofradía, no se queda en lo meramente técnico, por mucho que domine el arte de vestir a su Madre del Rosario. La técnica debe ayudarle, sin duda, pero la simbiosis que consigue cuando anda cerca de Ella es sin duda muy especial, mágica y espiritual, placentera, sosegada, segura, delicada.

Picar en la instantánea para ver las fotos que nos envía Pablo Baena

¿Puede conseguirse de otra forma este resultado?  Se nos antoja que es imposible conseguirlo. Nos parece que Ntra. Sra. en esta ocasión, también, se nos muestra delicada, suave, señorial, majestuosa, deliciosamente cercana y maternal. Y es que cuando hablamos de nuestra Madre, faltan los calificativos, pero su vestidor sabe arrancárnoslos a golpe de latido y agujeta. Ustedes mismos pueden apreciar lo que decimos. Que la disfrutemos.


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Ánfora y Corazón

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