Avaricia… junto a la lujuria, posiblemente el pecado más común de nuestra sociedad actual. Y nosotros no estamos ajenos a ello.
Básicamente porque la mayoría habremos crecido por influjo de nuestros padres y abuelos pensando que en la vida, ser alguien, triunfar, es para lo que existimos y eso solo se logra de una forma: TENIENDO DINERO.
Y lo hemos creído. Tanto así que casi todas las decisiones que tomamos en la vida se rigen por eso.
Echemos una mirada:
¿Para que estudiamos la mayoría? – para ganar dinero.
¿Qué carrera se estudia? – la que genere dinero.
¿Cuándo se casan las parejas? – cuando haya “estabilidad” económica = dinero.
¿Cuántos hijos se tienen? – los que se puedan “mantener” = dinero.
¿Cuál es el mejor empleo? – en el que te paguen muy bien.
¿Porqué se trabaja demasiado incluso a costa de familia, pareja, salud? – Por ganar un poco más de dinero.
Lo que antes se hacia por servicio, por amor, por entrega… ahora pasa primero por el filtro ECONÓMICO y si lo logra… entonces después viene el resto.
Ese es el móvil social del cual nosotros formamos parte. Dinero es sinónimo de éxito, de triunfo, de superación. Lo escuchamos todos los días y nos afecta, queramos o no.
¿O es que acaso la mayoría de las deudas con tarjetas de crédito, préstamos y demás no son por el afán de tener y tener y tener? Y muchos vivimos endeudados.
Se compra lo que no se necesita, se guarda lo que no se usa. Es impresionante la cantidad de pares de zapatos que tienen muchas personas aun teniendo tan solo DOS PIES. Y eso solo por poner un ejemplo, pues pasa lo mismo con ropa, adornos, colecciones de cosas caras, vajillas y un sin fin de “gustos” que lo que buscan en el fondo es llenar un vacío. Vacío que no se llena con tener, con cosas… pero nos lo han vendido y lo hemos creído.
¿Te has preguntado por qué todos tenemos este afán por tener y tener, siempre más y parece nunca acabar? Es simple… está psicológicamente demostrado que todos los seres humanos necesitamos y buscamos sentirnos seguros. ¿Entonces la seguridad no está mal? – No, no es mala –.
EL PROBLEMA ES pensar que la seguridad está en el dinero (Mira Lc 12,15-30 ) cuando para un cristiano su seguridad debería ser solo Dios. Ahí esta el detalle. Hasta a Dios parece molestarle esto, porque es celoso:
“Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero.” (Mt 6,24)
Ojo que no dice… a Dios y al sexo.
No dice a Dios y a la fama.
No dice a Dios y al poder…
¡NO!… dice: “a Dios y al DINERO”
Porque ese es el dios de este mundo, el dinero.
El dinero controla todo y a todos. Por dinero se roba, por dinero se mata, por dinero se violenta, por dinero se miente, por dinero se renuncia a la dignidad y por dinero se destruyen familias. Las cosas más atroces que podamos imaginar se hacen por dinero: drogas, trata de personas, asesinatos, prostitución, aborto… todo… por dinero.
Y cuidado con pensar que entonces la avaricia es solo pecado de los asesinos, de los traficantes, de los millonarios. ¡Tu amor y mi amor por el dinero! Así sea por 5€… es el mismo amor que sienten esas personas. Simplemente tu y yo aun no hemos tenido sus mismas posibilidades.
“El que es fiel en lo poco, es fiel en lo mucho” (Lc 6,10) Así que si lo haces con poco, lo harías con mucho también llegado el momento.
Hace 2 días hablamos de la libertad ¿te acuerdas?... bueno.
Otro de los tiranos que nos esclaviza es sin duda el dinero.
Mira que fácil… ¿puedes justo ahora ir a la calle y regalar 40 € a la primera persona que pase?... si tu respuesta es no, eres esclavo, esclava. Tu no decides sobre el dinero, el dinero decide por ti.
Y no es la cantidad, tal vez 40 euros sea tu presupuesto mensual, pero entonces puedes hacerlo con 4€. De seguro tampoco. ¡Es que amamos el dinero!
Por eso se convierte la avaricia en una IDOLATRÍA, porque hacemos del dinero el centro de la vida y de seguro Dios no quiere eso de nosotros. En este viernes de Cuaresma ¿que tal si ayunas avaricia?
Mira que fácil, lo único que tienes que hacer para privarte de ella es en lugar de acaparar para ti, dar a los demás.… ¡si, dar!.... si dinero… dar dinero.
– Mmm ok... ¿y cuánto debo dar?
– no se… ¿cuánta cantidad te dolería dar?, esa es la respuesta.
Entre más te duela, más sano y provechoso será. Así se derriba un ídolo, arrancándolo de raíz. Con los ídolos no se negocia porque son más fuertes que nosotros.
Ya está. De ti depende.
Tu eliges si deseas que tu dios sea el dinero o Yahveh.
Solo no olvides lo que dijo Cristo: “No se puede servir a los dos”
Básicamente porque la mayoría habremos crecido por influjo de nuestros padres y abuelos pensando que en la vida, ser alguien, triunfar, es para lo que existimos y eso solo se logra de una forma: TENIENDO DINERO.
Y lo hemos creído. Tanto así que casi todas las decisiones que tomamos en la vida se rigen por eso.
Echemos una mirada:
¿Para que estudiamos la mayoría? – para ganar dinero.
¿Qué carrera se estudia? – la que genere dinero.
¿Cuándo se casan las parejas? – cuando haya “estabilidad” económica = dinero.
¿Cuántos hijos se tienen? – los que se puedan “mantener” = dinero.
¿Cuál es el mejor empleo? – en el que te paguen muy bien.
¿Porqué se trabaja demasiado incluso a costa de familia, pareja, salud? – Por ganar un poco más de dinero.
Lo que antes se hacia por servicio, por amor, por entrega… ahora pasa primero por el filtro ECONÓMICO y si lo logra… entonces después viene el resto.
Ese es el móvil social del cual nosotros formamos parte. Dinero es sinónimo de éxito, de triunfo, de superación. Lo escuchamos todos los días y nos afecta, queramos o no.
¿O es que acaso la mayoría de las deudas con tarjetas de crédito, préstamos y demás no son por el afán de tener y tener y tener? Y muchos vivimos endeudados.
Se compra lo que no se necesita, se guarda lo que no se usa. Es impresionante la cantidad de pares de zapatos que tienen muchas personas aun teniendo tan solo DOS PIES. Y eso solo por poner un ejemplo, pues pasa lo mismo con ropa, adornos, colecciones de cosas caras, vajillas y un sin fin de “gustos” que lo que buscan en el fondo es llenar un vacío. Vacío que no se llena con tener, con cosas… pero nos lo han vendido y lo hemos creído.
¿Te has preguntado por qué todos tenemos este afán por tener y tener, siempre más y parece nunca acabar? Es simple… está psicológicamente demostrado que todos los seres humanos necesitamos y buscamos sentirnos seguros. ¿Entonces la seguridad no está mal? – No, no es mala –.
EL PROBLEMA ES pensar que la seguridad está en el dinero (Mira Lc 12,15-30 ) cuando para un cristiano su seguridad debería ser solo Dios. Ahí esta el detalle. Hasta a Dios parece molestarle esto, porque es celoso:
“Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero.” (Mt 6,24)
Ojo que no dice… a Dios y al sexo.
No dice a Dios y a la fama.
No dice a Dios y al poder…
¡NO!… dice: “a Dios y al DINERO”
Porque ese es el dios de este mundo, el dinero.
El dinero controla todo y a todos. Por dinero se roba, por dinero se mata, por dinero se violenta, por dinero se miente, por dinero se renuncia a la dignidad y por dinero se destruyen familias. Las cosas más atroces que podamos imaginar se hacen por dinero: drogas, trata de personas, asesinatos, prostitución, aborto… todo… por dinero.
Y cuidado con pensar que entonces la avaricia es solo pecado de los asesinos, de los traficantes, de los millonarios. ¡Tu amor y mi amor por el dinero! Así sea por 5€… es el mismo amor que sienten esas personas. Simplemente tu y yo aun no hemos tenido sus mismas posibilidades.
“El que es fiel en lo poco, es fiel en lo mucho” (Lc 6,10) Así que si lo haces con poco, lo harías con mucho también llegado el momento.
Hace 2 días hablamos de la libertad ¿te acuerdas?... bueno.
Otro de los tiranos que nos esclaviza es sin duda el dinero.
Mira que fácil… ¿puedes justo ahora ir a la calle y regalar 40 € a la primera persona que pase?... si tu respuesta es no, eres esclavo, esclava. Tu no decides sobre el dinero, el dinero decide por ti.
Y no es la cantidad, tal vez 40 euros sea tu presupuesto mensual, pero entonces puedes hacerlo con 4€. De seguro tampoco. ¡Es que amamos el dinero!
Por eso se convierte la avaricia en una IDOLATRÍA, porque hacemos del dinero el centro de la vida y de seguro Dios no quiere eso de nosotros. En este viernes de Cuaresma ¿que tal si ayunas avaricia?
Mira que fácil, lo único que tienes que hacer para privarte de ella es en lugar de acaparar para ti, dar a los demás.… ¡si, dar!.... si dinero… dar dinero.
– Mmm ok... ¿y cuánto debo dar?
– no se… ¿cuánta cantidad te dolería dar?, esa es la respuesta.
Entre más te duela, más sano y provechoso será. Así se derriba un ídolo, arrancándolo de raíz. Con los ídolos no se negocia porque son más fuertes que nosotros.
Ya está. De ti depende.
Tu eliges si deseas que tu dios sea el dinero o Yahveh.
Solo no olvides lo que dijo Cristo: “No se puede servir a los dos”
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