Queremos hacer un reconocimiento a la gente de abajo que, el pasado domingo, tuvo el privilegio de cargar el paso de Nuestra Señora del Rosario por las calles de Bornos. Los que vimos su trabajo solo podemos reconocer el esfuerzo y la entrega que le brindaron a nuestra Patrona y a su Hijo.
Pero como somos torpes en palabras, queremos recordar un fragmento del poema que Araceli Espejo dedicó a los costaleros de la Virgen del Rosario en octubre de 2011.
Y la cara de mi Virgen
ya se viene sonriendo.
A su niño, muy bajito,
con mimo le va diciendo:
-Ten confianza y no temas;
nos llevan mis costaleros,
estos jóvenes que tienen
fuerza de cachorros nuevos,
con un corazón tan grande
que no les cabe en sus pechos.
Paso a paso, poco a poco
la Virgen viene saliendo,
las campanas están locas
de tanto repiqueteo
y el pueblo se queda mudo,
al decir el capataz: "¡Al Cielo!"...
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